Entrevista con Giorgio Samorini

¿Era Psicoactivo el Maná Bíblico?


Giorgio Samorini es un investigador italiano que ha dedicado los últimos 20 años a estudiar el uso religioso de las plantas psiquedélicas. Ha sido el único occidental iniciado en el culto del Bwiti, un ritual sincrético que se practica entre la etnia de los Fang, en el Gabón. Recientemente se ha dedicado al campo de la etnomicología, el estudio de la relación de las setas visionarias con la cultura humana. En su trabajo de campo han aflorado a la superficie pinturas que tienen 8.000 años de antigüedad en Tassili, Algeria, y frescos de iglesias románicas en los que aparecen setas visionarias. Como Albert Hofmann y Jonathan Ott, Giorgio Samorini asistió a las II Jornadas sobre Sustancias Psiquedélicas, donde tuvimos oportunidad de conversar con él.

- Para empezar desde el principio... Tu me dijiste que estudiaste ciencias físicas en la universidad, y que luego te interesaste por todo el mundo de las plantas visionarias.

- Bueno si, estudié físicas porque me interesaba este campo, pero de hecho no tenía intención de dedicarme profesionalmente a él, así que no llegué a hacer el doctorado. De todas formas estos estudios me sirvieron para tener una base científica que luego para mis investigaciones de etnomicología me ha sido bastante útil. Luego de estudiar en la universidad viví un tiempo recorriendo mundo. Era la época hippy, y yo me tomé ese período un poco a lo bohemio, viviendo en la carretera. Recuerdo que en mis primeros encuentros con los psiquedélicos ya comprendí que había algo muy interesante en ellos; estos encuentros parecían casuales —aunque yo creo que nada es casual en ésta vida—. Ahora llevo veinte años de investigaciones en este campo. Yo tengo mi sueño, y éste es que en un futuro en el que haya más libertad para debatir estos temas habrá universidades dónde se estudie y se hable sobre ellos. Quizás es clarividencia, o quizás sea tan sólo una ilusión.

- ¿Cómo está ahora el ambiente en Italia? Vi hace poco en Internet que celebrasteis una conferencia sobre MDMA (éxtasis) y que el ambiente era bastante permeable a la información, con la participación de Charles Grob, que recientemente ha obtenido en EEUU permisos para investigar las aplicaciones terapéuticas de la MDMA en enfermos terminales.

- La situación está últimamente en evolución, y no tan sólo en Italia sino también en otros países de Europa y en California. Es un momento interesante también en lo que se refiere a la situación antiprohibicionista. En Europa el país que más fuerza tiene en este campo es Alemania; esto lo he podido constatar siempre que he asistido a los congresos que se celebran allí. Desde hace unos cinco años hay una nueva ola de interés en la psiquedelia, que yo llamaría neo-psiquedelia. Veo que ahora la cultura psiquedélica tiene su eje en el mundo científico —aunque quizás no necesariamente en los círculos académicos—. La farmacología, la psicología, la etnobotánica... estas disciplinas son las que ahora hacen de pilar a este movimiento. En Italia, en general, las personas que están interesandas por estos temas son gente culta, con un nivel de estudios alto y que suelen asistir a congresos sobre estos temas. También la producción editorial ha vuelto a despertar y ahora se están publicando títulos bastante buenos. La otra cara de la moneda la encontramos en el uso irresponsable de los empatógenos (sustancias como la MDMA, o éxtasis, que abren el nivel de comunicación y comprensión emocional entre las personas). En Italia existe un uso descontrolado de estas sustancias, y este problema causa conflictos sociales. En general es un uso asociado al mundo de las discotecas, y aunque sea un fenómeno muy interesante hay mucha gente que utiliza sin conciencia la MDMA.

- Quizás sería mejor un uso terapéutico de esta sustancia...

- Todas las sustancias que permiten una apertura de la conciencia tienen una vertiente psicoterapéutica, pero de todas maneras yo estoy más interesado en un uso más psiconáutico. En Italia se emplea mucho esta palabra. Psiconauta es la persona que experimenta con estas sustancias, pero que lo hace con un propósito exclusivamente de conocimiento. Esta área es la que más me interesa a mí; yo me considero un psiconauta. En lo referente a la MDMA, Albert Hofmann dijo que "es muy profunda, pero tan sólo en la superficie". Este es un juego de palabras que pone de relieve que la MDMA no entra en los reinos espirituales de los psiquedélicos, pero que por otra parte profundiza mucho a nivel de las emociones humanas —con un toque gracioso en el nivel y sensibilidad de la epidermis—.

- Ahora en Italia también acabáis de publicar una revista sobre el cáñamo (CANNABIS). Creo que ya tenéis a la venta el primer número.

- Si, y ahora estamos a punto de publicar el segundo. Es interesante que en el mismo momento se publique aquí en España una revista sobre la marihuana. Seguramente ésto responde a una reapertura en toda Europa del interés hacia la planta del cannabis.

- Recientemente tú y otras personas interesadas en la etnomicología habéis descubierto numerosos relieves y pinturas antiguas que ponen de manifiesto que la relación entre el ser humano y las setas psicoactivas viene a ser una simbiosis que se pierde en la noche de los tiempos. Habéis encontrado claros indicios de su uso milenario en la India, Rusia, California, Algeria e Inglaterra, así como en el mismo corazón cristiano de la Europa medieval.

- Si. Ya conocíamos muy bien el uso de los hongos en el México precolombino —entre los pueblos que se han mantenido al margen de la occidentalización y cristianización—, pero ahora se están empezando a descubrir pinturas que ponen de manifiesto que aquí, en el viejo mundo, también el ser humano se sirvió de los hongos en tiempos que van desde los 8.000 años a.C. —como ha puesto de manifiesto las pruebas del carbono 14 en las pinturas de Tassili— hasta la edad media europea. Las pinturas de Tassili, en el Sahara, son especialmente importantes, porque remontan esta relación hasta la edad de la piedra, confirmando la intuición de Wasson de que el origen de su conocimiento se encuentra en el paleolítico. Pero a mi hay algo que me sorprende aun más: el haber encontrado representaciones de hongos psicotrópicos —psilocibes o amanita muscaria— en un contexto cristiano, tanto en iglesias de s.XII, en el corazón de Francia, como en grabados de libros antiguos. Pero aun no es tiempo de hacer una interpretación sobre ésto; seguramente queda mucho material para ser descubierto, y luego queda todo el trabajo de encontrar información para interpretar y dar un marco a estos descubrimientos. Según parece hay cierta conexión entre los Caballeros de Malta, las pinturas de estas iglesias y otras pinturas en iglesias de Jerusalén. En varias de estas pinturas encontramos una asociación entre el Árbol del Conocimiento y las setas visionarias (representaciones de árboles que son setas gigantes, con ramas que a la vez son hongos). En otras representaciones vemos una unión entre el árbol y el símbolo de la cruz, por ejemplo árboles que están formados por tres setas en forma de cruz, con Adán y Eva a su lado. Este es un trabajo requerirá de bastantes años para comprender bien cómo se articula.

- ¿Qué crees que dirá la Iglesia ante estos hallazgos?

- Te responderé a esta pregunta con otra pregunta. A veces yo me pido: ¿qué sabe la Iglesia de todo ésto ?... Si durante los 2.000 años de cristianismo ha habido gente con conocimiento de los hongos psicoactivos, necesariamente la Iglesia ha de haber mantenido datos sobre ésto. Hay también el complejo caso de la inquisición, que en parte era una reacción en contra el mundo antiguo, rural y arcaico, del conocimiento de las plantas...

- Otra hipótesis interesante es la que sugiere Robert Graves, que menciona en uno de sus libros que el Maná bíblico era psicoactivo. Él propone que la secreción dulce del arbusto tamarix mannifera, al fermentar, era propensa a albergar un hongo que contenía un principio psicoactivo. En la Biblia hay varias referencias que parecen encajar con la hipótesis de Graves, y con el Maná como alimento divino.

- Sí, es un tema interesante, pero ésta es una pregunta anticipada. Éste también es un estudio de años. Recientemente en E.E.U.U. se han propuesto las setas psilocibínicas como posible el posible alimento psicoactivo que se menciona en la Biblia. Pero yo no creo que un clima tan árido como el de la zona árida en la que transcurrió el Éxodo permitiese la fructificación de hongos basidiomicetos (las setas comunes que todos conocemos). La sugerencia de Graves parece más acertada, pues un hongo fitomiceto o ascomiceto, quizás parásito del tamarix mannifera, es más viable. Pero esta hipótesis tiene que ser validada.

- ¿Crees que uno de los problemas para el gobierno es que los enteógenos permiten aprender de uno mismo en vez de hacerlo de un medio externo, como la televisión?

- Pues ahora no sé qué decirte. En todo caso puedo contarte que yo vivo desde siempre sin televisión; yo siempre digo que quien vive de visiones no vive de televisiones. Aquí hay algo muy importante: yo considero los enteógenos y los estados ampliados de la consciencia como las llaves de esta vida; es decir, si hay un medio de comprensión de esta realidad esta no está en la forma cotidiana de percibir el entorno. Hay algo muy importante detrás de las palabras, y esta percepción es la que abren los enteógenos. El problema de la persecución es también un problema de moral —de moral católica, creo yo—. El tabú que rodea estos estados de la conciencia no es tan solo un fenómeno de estos veinte últimos años; es algo que viene de más atrás.

- Tu estuviste largo tiempo en Gabón estudiando la religión del Bwiti, un rito sincrético que se practica en África, entre la etnia de los Fang. Es una simbiosis entre el espiritismo africano y la tradición bíblica.

- Sí. Yo llegué al Gabón sin ningún contacto para conocer este culto. Tan sólo había leído los libros más importantes que se habían escrito sobre él. Empecé a hablar con la gente en las calles, preguntando sobre el Bwiti, y cuando ya parecía que no iba a dar con nada, un día un mujer me dió una dirección dónde me pudieron ayudar. Resultó que al cabo de un tiempo fuí admitido al rito iniciático de este culto. Era la primera persona blanca en participar en él. El ritual de iniciación consiste en una ceremonia que dura tres días, en el que el iniciado toma la raíz de la planta acompañado de dos personas, que hacen el papel simbólico de padre y madre, de un brujo, que administra la planta, y de un músico, que mediante el sonido de su instrumento guía la experiencia. En él la persona entra en contacto con los ancestros de la tribu, que le cuentan las costumbres de ésta y a la vez le proporcionan nuevas enseñanzas. Una vez pasado este rito el iniciado puede participar en las celebraciones semanales de esta iglesia —de la que son miembros varios ministros del gobierno, y por lo tanto difícil de que se erradique—. Pero a mí también me interesa otro culto, hoy casi desaparecido, en el que interviene otra planta psiquedélica y que tiene mucha relación con los antepasados —un aspecto muy importante en su forma de entender la vida—. También me interesa este ritual porqué está menos contaminado de influencias occidentales.

- Otra pregunta relacionada con la ibogaína —el alcaloide psicoactivo de la planta utilizada en este ritual—. Según unas investigaciones que se están llevando a cabo en E.E.U.U. parece ser que este alcaloide, utilizado en dosis no visionarias, tiene un marcado efecto inhibidor contra la adicción a la cocaína, a la heroína y el alcohol.

- Si. Según parece la ibogaína puede tener un uso terapéutico en estos campos. Se ve que en los años sesenta hubo un pequeño grupo de usuarios regulares de heroína que con una sola ingestión de iboga dejaron de sentir interés y necesidad por el alcaloide mórfico. De todas maneras, siendo mi interés principal el campo de las religiones, no puedo decir gran cosa sobre estos empleos terapéuticos. Estas investigaciones están aún a medio hacerse; si hay algo de bueno, llegará; y si no lo hay, pues ya se verá.

  


Librería Muscaria (página de Giorgio Samorini)

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Compilación de mitos referentes al descubrimiento de diversas plantas psicoactivas en varias culturas (Asia, Europa y América). La lista de plantas incluye la ayahuasca, el peyote, los hongos (Amanita muscaria y psilocybes), el tabaco, la cannabis, la coca, el te, la iboga, el vino, daturas, el kava, el pulque...
Eleusis. Journal of psychedelic plants and compounds
(Idioma: Inglés; Editor: Jonathan Ott & Giorgio Samorini) Eleusis es una prestigiosa publicación internacional sobre etnobotánica, centrada especialmente en mitología relacionada con plantas psicoactivas, nuevos enteógenos descubiertos recientemente y ensayos sobre el uso actual y arcaico de visionarios.

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