HISTORIA DE LOS ENTEÓGENOS
A TRAVÉS DE LAS IMÁGENES

La divinidad de las flores embriagantes TODO EMPEZÓ POR AQUÍ  

Xochipilli, el dios de las plantas embriagantes, en éxtasi enteógeno.  

Esta es una escultura mexicana del siglo XVII, teniendo todo el cuerpo recubierto con relieves de las principales fuentes embriagantes de las culturas precolombinas.  

Curiosamente el Estado Mexcano acaba de editar un billete que tiene su rostro en una de las caras, mientras que en la otra se puede encontrar el principal poeta precolombino de la ebriedad enteógena. 

Y CONTINUÓ POR EL HALLAZGO DE ESTE HONGO TALLADO EN PIEDRA  

Érase que se era una vez, R.G.Wasson fue con su mujer, que era de origen eslavo, a dar un paseo bajo la luz de la luna. A medio camino Valentina se lanzó hacia un margen del camino y empezó a recoger setas; según parece se mostraba sumamente entusiasmada, e iba diciendo para sí: estos para el estofado, los otros los secaremos y los guardaremos para más adelante, y estos otros para adorno de la mesa. Su marido tuvo un ataque de pánico: era anglosajón y creía que las setas era poco menos que la representación del demonio en la tierra. Mañana seré un hombre viudo..., se ve que iba cavilando. Pero al día siguiente no ocurrió nada, y fue entonces que los Wasson decidieron juntar sus esfuerzos para tratar de descubrir el origen de tan dispares actitudes de sus respectivos pueblos respecto los hongos. Después de 30 años de investigaciones llegaron a México guiados por Robert Graves. Alí se encontraron con María Sabina, que estaba escondida en un pueblecito de Oaxaca esperándolos... 

La piedra del chamán 
ESTE HOMBREE, AUN QUE NO LO PAREZCA, ES UN MAGO  

Y no porqué juegue con la química, sino porqué fue el creador del enteógeno occidental, un compuesto descendiente de la pócima que utilizaban los griegos en sus misterios Eleusinos. Lo más mágico de Hofmann es que no se desentendió de lo descubierto, y supo reconocer lo que tenía entre manos. 

Albert Hofmann 
La nave psiconáutica  Aun que nadie se lo esperaba, la historia tomó un cauce bastante psiconáutico. Miles de jóvenes occidentales, mostrando un crecimiento capilar muy acelerado, dejaron los estudios de economía para ir en peregrinación hacia oriente para aprender filosofía. Los que viajaban en esta nave se llamaban merry pranksters, y llevaron a cabo una de las aventuras más excitantes de estos tiempos: funcionar a base de "sincronicidades" -por decirlo de alguna manera, dejar que las cosas pasaran y se entrrelazaran sin que nadie las provocara, sin que nadie se opusiera. 
Timothy Leary DE LAS SINCRONICIDADES A LOS GURUS: Tim Leary  

De escribir un libro que se titulaba Análisis Interpersonal de la Personalidad pasó a escribir uno que se llamaba Build Your Own Religion. Y de profesor en Harward, pasó a ser el guru del movimiento hippie de los años sesenta. 

 El presidente Nixon tuvo el honor de nombrarlo El Hombre Más Peligroso de América. 

Stanislav Grof era médico y psiquiatra freudiano. Un buen día recibió un paquete de la Sandoz, que contenía algunas dosis de dietilamida de ácido lisérgico. Grof se lo comió, combinando sus efectos con las luces de un estroboscopio, y desde aquel momento vió con cladidad que el modelo posmoderno para el alma estaba a punto de pasar a ser considerablemente anticuado. Y para demostrarlo dedicó aplicar a su oficio la desvelación del inconsciente para la sanación de las angustias ocultas. 
Evidentemente Grof era una persona con cierto sentido del humor, pues en cierta manera esta técnica era algo aberrante para la mentalidad científica de occidente: acostumbrados como estamos a considerar el alma como una extremidad más del cuerpo, pocos querían aceptar que los psiquedélicos operan directamente sobre la simbología de la mente.
Stanislav Grof
Setas qeu crecen solas INVITACIÓN AL CULTIVO  

El primer paso fue el big-bang, la fiesta de los hippis. Y ahora llega el segundo capítulo de la comedia: plantar los vegetales en casa propia, así la velocidad de transmutación de la conciencia será más civilizada. Tanto los que usen estas plantas como los que vigilan por la moral económica, tendrán más tiempo para integrar tantas desvelaciones. 

Ahora nos queda por ver si después de aprender todas las cosas que nos ha descubierto la ciencia, queremos reunirnos de nuevo con la fuente de la cual todos procedemos... 

 ;-) 

Qué será, será...

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