EXPERIENCIA CON CORNEZUELO DEL CENTENO
CLAVICEPS PURPUREA

por Toño

San Pedro (Trichocereus pachanoi)

Esta es una peculiar experiencia con el cornezuelo del centeno, un hongo parásito de las gramináceas que contiene amidas del ácido lisérgico. Es un relato muy interesante en relación a la hipótesis del empleo de este hongo en los rituales iniciáticos de Eleusis, en la Grecia clásica: si bien la hipótesis se desarrolló en un libro dedicado a este tema (El camino a Eleusis) nunca se han relatado experimentos realizados directamente con el cornezuelo del centeno, sino con sus principios activos, que son a su vez la base para la síntesis de la LSD-25. Cabe señalar que el cornezuelo contiene por lo general otros alcaloides muy tóxicos que pueden ocasionar la muerte al cabo de unos días de su ingestión, por lo que el uso de este hongo sin precaución puede resultar severamente tóxico.

  
    Yo hace muchos años, (no tendría en aquel momento más de 9 ó 10 años, y de eso ya hace bastante) probé directamente el cornezuelo sin más información previa que la de saber por oídas que era una droga.

    Este hongo (creo que pertenece al reino fungi ¿? ) viene a ser como un pequeño trozo leñoso que sale en algunas cabezas del cereal en lugar de un grano. En aquél momento pretendimos probar la supuesta actividad comparando el tiempo que tardábamos recorriendo en bici un circuito, antes y después de haber comido unos cuantos "tronquitos". Creo recordar que quisimos entender que algo nos había afectado, pero los efectos que yo sentí realmente se produjeron mas tarde, cuando me acosté: recuerdo que me veía sobre la superficie de una vasta extensión de tierra, y que mis extremidades, sobre todo las superiores, eran muy muy largas; cuando me miraba las rodillas las veía lejanas e igualmente en un punto, conocido para mí, de la tierra de labor que rodea mi pueblo natal y suspendida en el espacio; me entró un poco de miedo, aunque no hubo una "subida" rápida, y traté por todos los medios de dormirme....

    Más tarde, cuando he tenido otras experiencias, sobre todo con LSD y psilocibina, he podido entender aquella primera ingesta de un enteógeno sin premeditación ni preparación. Entonces teníamos una gran bolsa de cornezuelo cada uno, ya que era fácil obtenerlo, y se perdió ya que nunca más tomé; ahora quisiera tenerla y aunque he cambiado el pueblo por el foro, hacia primavera o verano, cuando madura el centeno, voy a buscarlo, pero.... amigos ahora deben utilizar semillas tratadas porque no he visto ni uno solo, ni una espiga "enferma"... ¡qué pena!

    Saludos


Notas aclaratorias: Este mensaje fue enviado por Toño a la lista de correo de Imaginaria, de discusión sobre enteógenos. Mantuvimos correspondencia con él, y nos envió unos mensajes en los que nos mencionaba información complementaria de interés sobre esta experiencia y este tema.

   "Decirte donde vivía es muy fácil: soy natural de La Rioja y he vivido, hasta que vine a Madrid a estudiar y ya me quedé, en un pueblo que se llama Villar de Torre en la falda norte de la Sierra de la Demanda, cerca de Sto. Domingo de la Calzada. Me es más difícil decirte de donde saqué la información; como de esto ya hace sus buenos treintaipico años ( ahora tengo 43) podrás comprender que en aquella época, en un pueblo de la España profunda, la única fuente de información era "la calle", así que alguien dio la idea, y nos lanzamos a tumba abierta...... pero los efectos al nivel que nosotros buscábamos entonces ( ser más rápido que antes, tener más fuerza...) no debieron de ser los deseados ya que la fiebre se nos pasó muy pronto. No obstante ahora al escribirte me ha venido un flash, y creo que a quien yo oí que del cornezuelo se obtenía LSD fue a mi padre, que era muy curioso y le gustaba saber de todo; lo que seguramente él no se imaginaba es que sus palabras se convertirían en mí en acto. "

    " Reflexionando sobre aquella experiencia, he llegado a pensar que quizás no tragáramos el cornezuelo que masticábamos, y de ahí que no tuviera consecuencias adversas; si los principios activos son hidrosolubles, también se disolverán en la saliva ¿no?. Es posible que ocurriera algo así, porque no es muy agradable comerse varios trocitos de leña ( y el cornezuelo tiene ese aspecto). La verdad, no recuerdo cómo lo hicimos, pero es muy probable que tras masticar y tenerlo un rato en la boca, lo escupiéramos."

    Toño

    Más notas aclaratorias: En el libro en que se lanzó la hipótesis de que el cornezuelo del centeno podría estar en la base del preparado enteogénico empleado en los misterios eleusinos, en la Grecia clásica (El camino a Eleusis, de R.G. Wasson, A. Hofmann y Carl A.P. Ruck) se menciona que los posibles alcaloides psicoactivos que contienen ciertas variedades geográficas de este hongo son hidrosolubles (se disuelven fácilmente en agua), mientras que los componentes tóxicos no lo son; así, se observaba, hubiera sido posible extraer los principios psicoactivos sin necesidad de tecnología compleja, para su empleo el los misterios Mayores de Eleusis.

    Sobre intoxicaciones con cornezuelo del centeno: al poder poseer varios alcaloides tóxicos -algunos mortales- los envenenamientos colectivos por la ingesta de cereales parasitizados con este hongo han sido conocidos desde antaño, produciéndose el último en Bélgica en el mismo siglo XX. La intoxicación puede empezar a presentar sus síntomas, irreversibles, al cabo de unos días de haber ingerido el hongo. 

  

Página de experiencias
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