¿Quién dijo miedo? y malos viajes.... por D. Villanueva Otro texto sobre las experiencias difíciles,malos viajes y experiencias de difícil retorno. Enviado a la lista de Imaginaria, y reproducido con el permiso del autor

  
    Acabo de volver de viaje (no precisamente malo), y me he reincorporado tarde a esta conversación sobre malos viajes; espero que perdonen la extratemporalidad.

    Creo que tengo alguna experiencia con malos viajes, que me gustaría compartir con los colisteros. Vengo de una ciudad y un barrio dónde hace cosa de veinte años la "droga oficial" era la LSD, y conozco muchas experiencias de malos viajes -y no precisamente viajes difíciles, que son como la vida misma, "difícil".

    He visto como un mal viaje se transforma en una psicosis permanente, la cual requiere tratamiento psicológico, hasta hoy día. Estoy convencido que los enteógenos no son para todo el mundo: hay gente que no quiere, ni necesita, saber de su subconsciente. Para su plan de vida, simplemente no están preparados. Igual que hay alpinistas y conductores de formula 1...

    He visto y tomado dosis de las llamadas heroicas y creo que en algunos casos las psicosis nada tienen que ver con estas, pues hay gente que con poco va. A nosotros cuando nos venia un mal trip, lo emborrachábamos, no conocíamos lo del valium. Y si se pasa miedo, mucho miedo, y no precisamente de lo desconocido, sino de lo conocido, de la gente que esta a tu lado y ganas de morirte para no seguir con el sufrimiento. Y cuando crees que has terminado, sólo acabas de empezar, porqué esa puerta que abriste esta esperando agazapada para invadirte en el próximo viaje, y a veces
hay que parar y recoger velas -tu sabrás si tu barco es capaz de aguantar esas tempestades.

    Es necesario recomponer la personalidad y volver a ser tú, y eso a veces puede tardar años. Conozco casos de gente que todavía se cree "Jesucristo" después de un "¿mal viaje?". Lo que es cierto es que tengo el convencimiento de que somos el producto de nosotros mismos (como dijo por ahí un colistero): somos puerta, cerradura y llave. En mi caso no respeté el decálogo y después de un mal viaje insistía con otro, para intentar desactivar el proceso. Creo que lo conseguí; quizás tuve suerte, o quizás la autoestima baja, y no me importaba morirme o volverme loco (no me gustaba este mundo).

    Las conclusiones que he sacado es que hemos cambiado, no podemos ser los que éramos, no se puede volver a la inocencia, has mordido la manzana del conocimiento y llevarás este estigma para siempre, pues no hay nada "peor" que el darse cuenta, ya no puedes vivir sin implicarte.

    Ahorita mis viajes han disminuido, también por falta de material.
    Un único consejo doy si quieres tener un "buen viaje" búscate un buen piloto.
    Mucho Amor

    D. Villanueva

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