4 décadas de psiquedelia

Dazil
(Psiconautes)

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    La psiquedelia, como modificación de la consciencia, surge de la necesidad de mucha gente de "conocerse a uno mismo", de hallar una guía espiritual a través del vasto mundo de la mente.

    En muchas culturas, los estados alterados de consciencia, constituyen un elemento básico en la vida cotidiana de la comunidad, una práctica ritual como camino espiritual en la que se establece una conexión directa con la dinámica cósmica mediante la experiencia extática; culturas en las que es aceptado el papel del ser humano como otro hijo más de los dioses.

    En la sociedad occidental-industrial esta autoconsciencia con respecto del entorno que acoge al ser humano se ha ido perdiendo hasta desembocar en la alienación casi total, patrocinada por una lógica racional cerrada e inmóvil. En este contexto, la psiquedelia surge como el elemento que tratará de equilibrar estos dos planos separados: el material y el espiritual, que buscará liberar al ser humano de su alienación, de su vacío. Al no aceptar estas dos realidades, Occidente continúa tecnológicamente en cabeza pero vacío espiritualmente; es decir, que aún acaparando más de la energía que necesita, la despilfarra, y encima se queda insatisfecho. Precisamente por este motivo también aquí pueden encontrarse psiconautas, viajeros que se arrojan hacia la automodificación de consciencia, consciente o inconscientemente, con la esperanza de encontrar algún lugar acogedor dentro de este laberinto de esperanzas abandonadas e ilusiones perdidas; son aquellos que vislumbran una realidad utópica: locos-artistas-místicos-psiconautas.

    La experiencia psiquedélica te lleva "de vacaciones' a la utopía, donde percibes y sientes la utopía; marca el punto medio entre lo que muchos somos y lo que desearíamos ser. Esta utopía se ha buscado desde siempre pero la mayor parte de las veces pensamos en ella como posibilidad de futuro, y, pocas veces, como realidad presente. Lo cierto es que (y como muchas experiencias han demostrado) la utopía es un estado del presente ya que es un estado mental, por lo tanto puede manifestarse como una actitud o como una forma de vida elegida unilateralmente. Es más, podríamos decir que el futuro siempre es utópico (¿qué hubiera dicho García Lorca sobre el teléfono erótico gay anunciado en televisión?). Así, la auténtica utopía está en la autopercepción de uno mismo y del mundo aquí y ahora.

    La contracultura asume como interdependiente el plano social y el mental-espiritual, y aquellos que fluyen por esta corriente intentan llevar a cabo el sincretismo práctico entre su contexto social y su imaginación. La psiquedelia, concebida como manifestación militante dentro de la sociedad, es una de las diferentes realidades que configuran la contracultura. Como ruptura radical dentro de los esquemas sociales de su momento, la contracultura floreciente durante los años 60 estuvo fuertemente impregnada por la experiencia psiquedélica, por su poesía, y a un nivel global este movimiento fusionó teoría y práctica en una sola cosa; más bien la teoría sirvió para cubrir las espaldas y definir todo lo que estaba pasando en la práctica. Así, encontramos la consciencia del ritual mostrada a través de los alucinógenos, de ciertas disciplinas religiosas, etc. apoyada por los planteamientos sociológicos como los de H. Marcuse, P. Godman, N. Brown, etc. (freudo-marxisrno, comunismo antiautoritario, etc.).

    Una de las particularidades de este movimiento es que en los arios 6o la contracultura toma verdadera consciencia de sí misma comenzando a "tirar cables" y a establecer redes bajo un sentimiento de unidad, aunque, después, se pasará más de veinte arios intentando asumir sus propias contradicciones.

    Aún así, la sociedad comenzó a llevar a la práctica muchas de sus propuestas, inicialmente utópicas, tales como: la igualdad hombre-mujer, el reciclaje ecológico, la utilización de fuentes de energía alternativas, la igualdad racial, la liberación sexual, las alternativas médicas tales como la homeopatía, etc. alternativas nutricionales (rnacrobiótica, vegetarianismo, cultivo biológico, etc.) el sistema educativo, los derechos humanos, etc. Todas estas propuestas llegan a realizarse en la medida en que la sociedad es capaz de asumirlas. Este hecho modifica las estructuras de la sociedad pero no se produce una revolución ya que nosotros mismos y por lo tanto muchos sectores de la sociedad, podemos canalizar este poder visualización hacia unos intereses que pocas veces tienen que ver con una concepción revolucionaria interior y unitaria.

    Actualmente se está produciendo una transformación de nuestra consciencia de región, país, etc. hacia una concepción mucho más global, planetario e incluso cósmica (ecologismo global, Internet, expediciones hacia el espacio exterior, etc.). Esta consciencia global tiende a sumar los contrarios: los hindúes con los americanos, la espiritualidad y el progreso material, etc. (ambas cosas son caras de la misma moneda).

    Buscamos encontrar nuestro equilibrio a través de los estados modificados de consciencia estableciendo nuevos modos de comunicación, de creación y de destrucción partiendo de estados de percepción más amplios que aquellos que han sembrado en muchos de nosotros prescindiendo de nuestra voluntad.

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