Cognición y Psicología de los Shuar (Jívaros)

Chamanismo, Ayahuasca y Oniromancia

Dr. Josep Ma Fericgla
Institut de Prospectiva Antropològica
MGS-Universitat de Barcelona

Originalmente esta página contenía un ciclo de conferencias que el autor impartío en el Museu Etnològic de Barcelona.

Más tarde estos ensayos fueron ampliados y publicados en un libro bajo el título de AL TRASLUZ DE LA AYAHUASCA, motivo por el cual sólo la Introducción de las conferencias se mantiene en esta sección.

Las personas que estén interesadas en el ensayo completo sobre la ayahasca pueden visitar la página del libro en la Librería Muscaria

Al Trasluz de la Ayahuasca
Al Trasluz de la Ayahuaca

Índice


            Introducción, agradecimientos y aclaración

    El texto que sigue constituye la muy libre transcripción de cuatro conferencias que impartí en la Sala de Actos del Museu Etnològic de Barcelona los días 13, 14, 18 y 20 de abril del año 1994. Los temas de las conferencias fueron: i) El proceso de cambio cultural y las estrategias adaptativas de los Shuar; ii) Cultura, teoría y aplicaciones de la imaginería generada por el ayahuasca; iii) Oniromancia y sentido de los sueños entre los Shuar; y iiii) El sistema educativo shuar. A pesar de ello, en el texto que sigue han quedado reformuladas en tres grandes capítulos en los que tan solo se ha mantenido, aproximadamente, el título de las tres primeras conferencias. La cuarta ha quedado refundida en el texto de los capítulos segundo y tercero, y como primer capítulo se ha añadido una larga ficha cultural y comentarios etnográficos generales sobre el pueblo shuar actual.

    Así pues, al transcribir el contenido de aquellas conferencias no se ha tratado de mantener el material oral que expuse allí. Tampoco he mantenido por escrito los coloquios que se cultivaron al acabar cada una de las clases magistrales que se impartieron, ni las explicaciones que acompañaron las abundantes diapositivas ilustrativas, ni tampoco el texto de las dos películas que se proyectaron. Una cosa es la comunicación verbal y visual, y otra cosa es el medio escrito. Así, he rehecho los textos hasta tal punto de convertirlos en artículos intrínsecamente redactados para ser leídos (con lo que implica de citas bibliográficas, lenguaje más cuidado, reflexiones y propuestas teóricas para ser meditadas con tranquilidad, etc.). Por otro lado, pesar de que aquellas conferencias estuvieron formuladas para un nivel de alta divulgación, he preferido dejar aquí el texto en una lectura para especialistas. Además, aquellas conferencias fueron impartidas en lengua catalana y el texto que sigue ha sido traducido por mí mismo al castellano en aras de una mayor facilidad de difusión.

    Quiero mostrar mi agradecimiento a Carme Huera, entonces directora del Museu Etnològic de Barcelona, la invitación para impartir aquellas cuatro conferencias en la acogedora biblioteca-sala de actos del Museu; y a la Dra. Carme Fauria, actual directora, ya que sin su tenaz persistencia nunca habría reunido los ánimos para redactar lo que sigue.

    En este mismo sentido, me siento agradecido a todas las personas que entonces participaron en el ciclo de conferencias, por la atención, interés y por la simpatía que mostraron a lo largo de las cuatro sesiones.

    No puedo olvidar a los auténticos protagonistas del texto, el pueblo shuar, entre el cual cuento con buenos amigos y colaboradores: Carlos Pichama, su hijo Galo Pichama, su hija Roxana y el resto de la familia Pichama. Especialmente es con ellos con quien me siento en deuda, y en diversos sentidos.

    Quiero acabar esta Introducción con una aclaración de carácter técnico. Últimamente han aparecido diversos textos castellanos en los que la palabra "jíbaro" y sus derivados (tanto en forma de adjetivo como en su función sustantivada) aparece con "v", jívaro -a. Ello ha conllevado alguna pequeña discusión y ha generado no poca desorientación sobre tal grafía castellana. A pesar de ello, he seguido con mi empeño de escribir el término con "b", jíbaro -a, tal y como el lector habrá apreciado en el título y seguirá apreciando en el texto que sigue. Salvando el incierto origen etimológico de esta categoría lingüística, se puede afirmar que se trata de una palabra de origen castellano antiguo (aunque tal vez provenga del portugués xebaro), y que en documentos españoles de los siglos XVI y XVII ya aparece con "b". El motivo de tal cambio de la tradicional "b" por la moderna "v", según argumento académico de algunos nunca explicitado, estriba en que baros se referiría más a la forma adjetivada y despreciativa del término, en tanto que varos hace referencia exclusiva al grupo étnico sobre el que versa parte del presente texto.

    En este sentido, quiero aprovechar la ocasión para reproducir la entrada correspondiente de nuestro querido, recientemente revisado y oficial Diccionario de Lengua Española:

Jíbaro, ra: (de or. incierto), adj. Amér., 1. campesino, silvestre. Dícese de las personas, los animales, las costumbres, las prendas de vestir y algunas otras cosas, p.ej. fiesta jíbara. Aplíc. a personas. U.t.c.s. // 2. ver sombrero jíbaro. // 3. Mej. decíase del descendiente de Albarazado y Calpamula, o de Calpamulo y Albarazada. Usábase también como sustantivo // 4. P. Rico, perteneciente o relativo al campesino blanco. U.t.c.s. // 5. Dícese del individuo de una tribu indígena de la vertiente oriental del Ecuador. U.t.c.s.// 6. Perteneciente o relativo a esta tribu // 7. m. lengua hablada por estos indígenas.
(Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, vigésima primera edición, 1992). El remarcado en negrita es mío.

    Con ello queda la discusión saldada. En todo caso, creo poder afirmar que las formas anómalas de escribirlo, tal como la que, por ejemplo, aparece en la colección Las razas Humanas, publicada por el Instituto Gallach bajo lo que llaman "la dirección científica de Juan Frigolé" (Barcelona 1990), es el típico resultado de un absurdo intento de modernización taxonómica por la vía de alejarse de lo propio (que además, en este caso es originario) para tomar formas anglosajonas (y con ello no quiero decir que me situe en contra de las innovaciones cuando hay necesidad de realizarlas). Así, en esta obra editada en VIII tomos bien ilustrados aparece jíbaros en su forma anómala de jívaros (págs.: 601, 700, 712, 723, 903, 973 y 1237; y con la acepción jívaros shuar en las págs.: 963 y 970); y, en cambio, no aparece la forma de más respeto étnico y de más rigor antropológico: Shuar, Achuara, Huambisa o Aguaruna, Kántuash shuar y Patúmkei shuar para referirse al gran grupo étnolingüístico jibaroano.

    Sin duda, ello es el resultado de una traducción poco rigurosa del término inglés jivaran, donde esta forma con -an es usada como adjetivo, y de jivaro que es la forma sustantivada de la lengua inglesa (según el muy prestigioso diccionario bilingüe Simon and Schuster's International Dictionari English-Spanish, Spanish-English, Nueva York, edición original del 1973). Por tanto, se trata de los jíbaros (sean Shuar, Achuara, Huambisa o Aguarunas, etc.) no de los jívaros, ni de los jívaros shuar.

J. Ma Fericgla 23 de junio de 1996                 


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